El 24 de enero de 2014, el USCIS anunció una nueva política que pone fin a las denegaciones obligatorias de las exenciones por dificultades excepcionales I-601A en el caso de solicitantes con antecedentes penales. El programa de exención provisional I-601A, puesto en marcha el 4 de marzo de 2013, ofrece a los inmigrantes una alternativa crucial a la espera de sus exenciones por presencia ilegal en el extranjero, al permitirles renunciar a la inadmisibilidad INA 212(a)(9)(B) mientras se encuentran en Estados Unidos, antes de partir para la entrevista del visado de inmigrante en la oficina consular estadounidense. Consulta nuestro post anterior sobre las solicitudes de exención I-601A para obtener un resumen de las ventajas y los criterios de elegibilidad del nuevo programa. En muchos casos, hemos visto cómo la separación familiar para la tramitación del visado de inmigrante se ha reducido de 6 a 10 meses a aproximadamente 2 semanas. Por tanto, los cónyuges e hijos ciudadanos estadounidenses podrían evitar meses de dolorosa separación y la pérdida de un apoyo económico fundamental. En la práctica, sin embargo, el USCIS ha socavado fatalmente el objetivo del programa de mantener la unidad familiar, al rechazar automáticamente la solicitud I-601A al encontrar un «motivo para creer» que el solicitante puede incurrir en algún otro motivo de inadmisibilidad legal, normalmente por motivos penales. Gracias a la presión de la comunidad de defensa de los inmigrantes, el memorándum del 24 de enero de 2014 intenta abordar el uso indebido por parte del USCIS del criterio de «razón para creer» en relación con encuentros menores con las fuerzas de seguridad que, en ningún sentido realista, desencadenarían la inadmisibilidad. A modo de antecedentes, el criterio de «razón para creer» procede de la causa de inadmisibilidad por tráfico de drogas prevista en la INA 212(a)(2)(C). La Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA ) en In re Isabel Díaz ha interpretado que «razón para creer» es menos que «claro y convincente», sino más bien similar a«causa probable«. El criterio de «razón para creer» también ha sido perfeccionado por el Manual de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado, 9 FAM 40.23 N2(b).
«La razón para creer puede establecerse mediante una condena, una admisión, un largo historial de detenciones con una inexplicable falta de enjuiciamiento por parte del gobierno local, o varios informes fiables y corroborantes». La esencia de la norma es que el funcionario consular debe tener algo más que una mera sospecha, debe existir una probabilidad, respaldada por pruebas, de que el extranjero se dedica o se ha dedicado al tráfico de personas. Debe valorar de forma independiente las pruebas relativas a una conclusión de in admisibilidad.
Sin embargo, en el contexto de la I-601A, el USCIS ha aplicado el criterio de la «razón para creer» de una forma que no se parece en nada a las directrices legales de la BIA o la FAM. Los solicitantes se han enfrentado a denegaciones automáticas en ausencia de una condena, incluso por una sola detención, e incluso por infracciones penales menores que no provocan la inadmisibilidad, como un delito menor por conducir bajo los efectos del alcohol. El abuso de esta norma por parte del USCIS ha sido realmente impresionante. Según informó CLINIC, el 48% de todas las denegaciones hasta el 14 de septiembre de 2013 se basaron en la aplicación de la norma de la «razón para creer», una cifra asombrosamente alta, ya que muchos de estos casos fueron preparados por abogados conocedores de las prohibiciones de la I-601A y familiarizados con la aplicación práctica de la «razón para creer» en las oficinas consulares. Pocos de nosotros habríamos imaginado que un cliente hubiera sido declarado inadmisible por una detención y puesta en libertad por robar en una tienda, y no habríamos imaginado que alguna vez le hubieran dado una denegación por «motivos para creer». A muchos defensores de los inmigrantes, que tenían tantas esperanzas puestas en el programa I-601A, les pareció un señuelo, que lo que la Administración Obama nos había ofrecido con una mano, el USCIS nos lo estaba quitando con la otra. El anuncio de la política del USCIS del 24 de enero de 2014 es prometedor, pero sólo para los delitos que impliquen vileza moral y los delitos juveniles relacionados con sustancias controladas:
Si, basándose en todas las pruebas del expediente, parece que el delito del solicitante: (1) entra dentro de la excepción de «delito menor» o «delincuente juvenil» según la sección 212(a)(2)(A)(ii) de la INA en el momento de la adjudicación I- 601A, o (2) no es un CIMT según la sección 212(a)(2)(A)(i)(I) de la INA que haría inadmisible al solicitante, entonces los funcionarios del USCIS no deben encontrar motivos para creer que la persona pueda estar sujeta a inadmisibilidad en virtud de la sección 212(a)(2)(A)(i)(I) de la INA en el momento de la entrevista para el visado de inmigrante únicamente a causa de ese delito penal. El funcionario del USCIS debe continuar con la adjudicación para determinar si el solicitante cumple los demás requisitos para la exención provisional por presencia ilegal, incluido si el solicitante justifica un ejercicio favorable de la discreción.
La nueva política I-601A del USCIS hace entrar en razón a los casos relacionados con CIMT, pero no aborda la grave cuestión de la aplicación del criterio de «razón para creer» a las detenciones sin condena por sustancias controladas e inaudibilidad según la INA 212(a)(2)(A)(i)(II). Si el USCIS se limita a alinear su nuevo memorando con la política original del 4 de marzo de 2013 y su práctica en virtud de dicho memorando, un solicitante podría seguir enfrentándose a una denegación por una detención por sustancias controladas aunque dicha detención no conduzca a una condena. Esto contradice la forma en que se aplican realmente los motivos penales de inadmisibilidad en la oficina consular. Aunque una detención por violación de una norma sobre sustancias controladas puede dar lugar a la inadmisibilidad según la INA 212(a)(2)(A)(i)(II) si las autoridades no han procesado y el solicitante admite los elementos esenciales del delito, 9 FAM 40.21(a) N5.3, en los casos en que el no ciudadano haya sido juzgado y absuelto, o el tribunal haya desestimado los cargos, puede que no se aplique la INA 212(a)(2)(A)(i)(II), aunque el no ciudadano haya admitido los elementos esenciales del delito. 9 FAM 40.21(a) N5.2. Al final, parece que el USCIS mantiene la política de que un inmigrante detenido pero no condenado por un delito de susbtancia controlada es probablemente culpable de ese delito y no merece que se le considere para el I-601A. Las decisiones de la BIA y la autoridad FAM opinan lo contrario. Nuestra oficina seguirá vigilando la aplicación de esta política actualizada conforme al memorándum del USCIS del 24 de enero de 2014. Esperamos que, al final, el programa I-601A cumpla su promesa de minimizar la separación familiar y el peaje económico que supone para los cónyuges e hijos, y para las madres y padres que se quedan atrás.